Persisten amenazas a líderes sociales pese a la nueva política de ‘Paz Total’ 44u1x
La noticia está en Colombia, donde no cesa la violencia contra líderes sociales y defensores de derechos humanos, según la Defensoría del Pueblo durante el transcurro del 2022 se han presentado 157 casos en todo el territorio nacional, un promedio de 17 asesinatos al mes. 1w6yh
Homicidios que se han presentado en todo el territorio nacional, pero principalmente en departamentos como el Cauca, Nariño, Valle del cauca, Antioquia, Bolívar, Norte de Santander, Arauca y Putumayo. Todos con un denominador común, la alta presencia de grupos armados ilegales que financian sus actividades criminales con el negocio ilegal del narcotráfico y la extorsión.
En el programa La Noche, el impactante testimonio de Neiver Murillo, familiar de Edinson Murillo, líder social asesinado en el sur occidente del país, el pasado 6 de octubre y quien además fue amenazado porque según él “se opone a los cultivos ilícitos lo que consigue es la muerte".
Según la ONG, Human Rights Watch, durante los primeros tres meses del gobierno de Gustavo Petro en Colombia, han sido asesinados 35 líderes sociales.
A juzgar por estas cifras el Presidente Gustavo Petro no ha logrado cumplir con la defensa de los líderes y su protección contra este tipo de crímenes, que recordemos, fue una de sus principales promesas de campaña. Llama la atención también que cuando el hoy Presidente era un senador opositor, sus críticas contra el gobierno del entonces presidente Iván Duque eran bastante fuertes.
Estas cifras son dadas a conocer en momentos en que el mandatario sancionó la primera y más importante ley que aprueba el congreso durante su gobierno, la ley de ‘Paz Total’. Se trata de una ley, con la que los Congresos les han delegado las funciones a los mandatarios para negociar acuerdos de paz con grupos armados.
En este caso, la llamada paz total, es una iniciativa que busca abrir negociaciones o sometimientos de todos los grupos armados a la vez, incluye al crimen organizado en la política de paz y deja abierta la puerta para negociar con los disidentes de las FARC.
