De las gradas al podio mundial: la historia de Orlando Duque, el colombiano que conquistó el cielo desde los acantilados 41356a
En el programa Deportistas de lujo, José Fernando Quintero Neira viajó hasta el Valle del Cauca para encontrarse con uno de los máximos exponentes del deporte extremo colombiano: Orlando Duque, el hombre que desafió la gravedad y convirtió los acantilados en su escenario natural. 431i4j
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Cali, ciudad con alma deportiva, fue el punto de encuentro para revivir la historia de este clavadista que no solo marcó récords, sino que abrió el camino para una disciplina que, antes de él, parecía solo un espectáculo ocasional: el Cliff Diving.
Orlando Duque es considerado uno de los pioneros de los clavados de gran altura como deporte profesional.
Su nombre está inscrito en los libros de historia gracias a sus dos récords Guinness: uno por obtener una calificación perfecta en una competencia de clavados en el año 2000 y otro por tener la mayor cantidad de participaciones en eventos mundiales. En 2013, en el Mundial de Natación de Barcelona, Duque se consagró campeón mundial de saltos de gran altura, un hito que consolidó su legado.
Pero todo comenzó con una simple curiosidad. Cuando tenía apenas 9 años, Orlando y sus amigos jugaban fútbol y béisbol en una unidad deportiva, pero algo más llamaba su atención: los clavados. Día tras día, se sentaban en las gradas a observar los saltos, hasta que un día, los entrenadores se acercaron y los invitaron a probar. “Ahí empezó todo, con preparación física, técnica y, sobre todo, mucha disciplina”, recuerda.
Duque enfatiza que la clave siempre ha estado en la confianza y la técnica. Los saltos de gran altura no son un acto de valentía imprudente, sino el resultado de años de entrenamiento escalonado y conocimiento del propio cuerpo. Para quienes desean iniciar en esta disciplina, su consejo es que “hay que escalar poco a poco, controlar los nervios y desarrollar las mejores habilidades posibles”.
Aunque su pasión por los clavados lo llevó a escenarios internacionales, Duque también fue un estudiante aplicado. Prestó servicio militar, obtuvo buenos resultados en las pruebas de Estado y comenzó a estudiar Ingeniería Electrónica en la Universidad del Valle en 1994.
Sin embargo, la vida le tenía preparada otra ruta. En medio de las dificultades de la época, recibió una propuesta inesperada: un contrato de tres años con una empresa estadounidense para hacer clavados en espectáculos con paga en dólares. “Era una oferta interesante (…) y ahí comenzó mi carrera profesional”, dijo.
Actualmente, Orlando Duque sigue vinculado al deporte como embajador global del Cliff Diving, conferencista motivacional y también como empresario gastronómico, creando restaurantes en colaboración con chefs locales.
Hoy, su historia no solo inspira a nuevos deportistas, sino que se alza como un símbolo de disciplina, visión y amor por lo que se hace. Desde las gradas de una unidad deportiva en Cali hasta los acantilados más altos del planeta, Orlando Duque sigue demostrando que los sueños más altos pueden hacerse realidad si se tiene el coraje de saltar.