Maduro impondrá esquema de "ganancia razonable": la nueva versión del control de precios que hundió a Venezuela en escasez e inflación 6v311y

Bajo el eufemismo “ajuste de bienes esenciales”, Nicolás Maduro echa mano del fracasado modelo que aplicó Chávez en 2003, cuando fijó precios de venta al público en productos elementales, en momentos en que el dólar se disparaba por todas las distorsiones económicas y con él la inflación. 461z1r
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Lejos de controlar la inflación, los resultados fueron catastróficos: escasez y alza de precios.
Los venezolanos debieron acudir al mercado negro a pagar el precio más alto por todo lo que el comercios formal no podía ofrecer, cumpliendo la máxima de que el producto más caro es aquel que no se consigue.
Expertos apuntan a que sólo entre 2003 y 2015, Venezuela acumuló una inflación general de 4.804,4%. Pero solo la de alimentos acumuló 16.917,1% en 14 años, según ODH Grupo Consultor en un informe publicado entonces.
Esa misma firma asegura que los venezolanos debieron soportar en 2017 una inflación de 750, sumada a la escasez de productos tan elementales como pañales, papel higiénico y acetaminofén.
Esto llevó a que 2018 fuera conocido como el año del éxodo en el país, y para la fecha unos 8 millones han emigrado por todo el mundo.
En medio de una nueva escasez de divisas por la aplicación de más sanciones y con la perpetuidad del desastre económico, Maduro persigue a los creadores de portales que reflejan el precio del dólar paralelo, caza a pequeños comerciantes que no cobran los productos al precio del Banco Central de Venezuela y anuncia mayores controles.
El diputado chavista, Ramón Lobo, anunció que próximamente será publicada la Gaceta Oficial con un “esquema de precios para bienes esenciales”.
Aunque el esquema de controles ha demostrado ser un fracaso Maduro insiste.
Sin embargo el escenario de 2025 es diametralmente distinto por los actores que entran en juego: Los empresarios son, en su mayoría, enchufados que han saltado de la istración pública al negocio de alimentos, principalmente, y del lavado de dinero que deja la corrupción.
También persisten empresarios que han estado al margen de la diatriba política y se reúnen con el Ejecutivo para asegurarles que no serán parte de la “conspiración” que delira el régimen.
Son los primeros en advertir del error de este tipo de paso; pero como siempre se impondrá la política.