La realidad más dura de la migración: los cientos de personas que mueren en su intento por llegar a EE. UU. i5a5t
Algunos migrantes mueren por golpes de calor, deshidratación, o de hipotermia en invierno. Pero la mayoría se ahogan intentando cruzar el Río Bravo desde México hacia Estados Unidos. 4a5y38
La patrulla fronteriza estadounidense circula en lanchas rescatando a migrantes a punto de ahogarse. Pero no todos tienen esa suerte. En Eagle , Texas, los oficiales nos relatan una cruda realidad.
“Ahorita lo que estamos viendo es que cada semana hemos recibido básicamente una, dos llamadas de fallecidos, y nos hablan para recuperar los cuerpos”, comenta un uniformado.
Cruces improvisadas se levantan al fondo de un cementerio en Eagle , Texas. Son las tumbas anónimas de migrantes que mueren en la frontera. Dan testimonio del trágico final que puede tener para muchos migrantes el lanzarse a perseguir el 'sueño americano'.
Llevan escrito John o Jane Doe, la fórmula que sirve para nombrar a una persona sin identificación.
Los que logran sobrevivir y tocan suelo estadounidense, a veces se enfrentan a paredes de alambres de púas o contenedores que les impiden continuar tierra adentro.
En la mayoría de los casos, aquellos que consiguen esquivar estos obstáculos se entregan a las autoridades estadounidenses con la esperanza de comenzar un proceso de asilo.
Son recibidos por fuerzas militares que los entregan a la patrulla fronteriza. Les quitan los cordones de los zapatos para asegurarse de que no puedan salir corriendo. También dejan su ropa atrás. Suben a unos buses sin saber bien a dónde van a parar.
“Crucé el río y llegué allá, pues me entregué. Solo me llevaron y me encerraron y no nos preguntaron nada. Nos metieron en la nevera como le dicen, en lo helado. Y pues nos sacaron a las 2 de la mañana, desde las 3 de la tarde hasta las 2 de la mañana. Y no nos dieron ni siquiera cena, ni nada, ni cobija para arropar a los niños”, cuenta una migrante.