La pesadilla de un joven que regresó a Venezuela: Policías le quitaron sus ahorros de seis años y sigue siendo extorsionado 4n644h

La policía venezolana es de las peores calificadas en el continente, y las constantes denuncias de ciudadanos así lo demuestran. 6y3x
Sin embargo, el hoy ministro de Interior y Justicia, Diosdado Cabello, que niega los niveles de inseguridad, advirtió: "Que la gente cuando vea a un policía en la calle, que se paró en una esquina, una alcabala, una patrulla, sienta que está seguro. Bajo ninguna circunstancia podemos nosotros desde la Policía Nacional Bolivariana ni de ningún cuerpo policial permitir el lujo del matraqueo".
Un venezolano que se identificó como Luis Leonardo Mota Aguirre, decidió hacer pública una denuncia, mediante un video, de la pesadilla que vive luego de mes y medio de regresar al país.
Cuenta que el pasado 4 de abril, cuando se detuvo en lo que parecía una alcabala policial en el peaje La Peñita, entre Charallave y Maracay, funcionarios del Servicio de Investigación Policial, SIP, adscrito al Ministerio de Interior y Justicia, le pidieron sus documentos y comenzó la pesadilla que vive hasta el día de hoy.
Cuenta que los uniformados de nombres Cliver Herrera y Vásquez le preguntaron a qué se dedicaba, a lo que respondió que tenía apenas mes y medio en el país, y le ordenaron que debía acompañarlos a una oficina a pesar de que verificaron que todo estaba en regla.
Una vez allí, le informaron que quedaría detenido por ser parte de una supuesta banda de sicarios.
Luis Mota les insiste en que nunca en su vida ha tenido una reseña policial, y que mucho menos integra una red de delincuentes.
Al ver su resistencia, los policías comenzaron a amenazarlo, al punto que le hiceron pasar a una sala donde había una mesa con lo que parecía ser presunta droga y le tomaron fotos de espaldas y de frente.
Le exigieron la cantidad de 10 mil dólares a cambio de borrar esas fotos, a lo que accedió a llamar a su cuñado, esposo de su hermana y única familiar cercana en Venezuela, para que buscara los ahorros que tenía en su casa.
Luego de hablar con la policía, su cuñado regresó con 6.430 dólares, lo que despertó más la molestia de los policías, que lo obligaron a pedir más dinero a personas fuera del país, entre ellas su madre, quien les hizo un zelle por 1.500 dólares.
Sin embargo, los policías del SIP le dijeron que le daban horas para completar la cantidad de 10 mil dólares y aunque lo dejaron en libertad, lo persiguen, amenazan de muerte si denuncia ante las autoridades.
El joven cuenta que acudió a la Fiscalía a poner la denuncia y solicitar una orden de protección, y la respuesta fue negativa.
Dice que actualmente un vehículo 4x4 sin placas lo sigue a todos lados.