
El zumbido de las abejas tendría una reacción positiva en las plantas, según estudio científico 3b163l
Un estudio realizado por varios científicos de Australia, España e Italia descubrió la capacidad que tienen estas para atender a los sonidos producidos por los polinizadores benéficos como las abejas. Hecho que detonaría en el aumento de la producción de azúcares y néctar para atraer a estos insectos, los cuales son importantes en la articulación de codependencia y supervivencia para la conservación de las especies. 5g1t48
Aunque las plantas carecen de un sistema nervioso central y cerebro, tienen la capacidad de percibir el entorno y reaccionar adecuadamente. Según la investigación más reciente, las plantas no solo responden a estímulos visuales y olfativos, sino que también generan señales acústicas.
"La coevolución entre plantas y polinizadores se ha estudiado principalmente a través de señales visuales y olfativas. Sin embargo, existe una creciente evidencia de que tanto insectos como plantas pueden detectar, generar y transmitir señales vibroacústicas que favorecen esta relación" , indicó sca Barbero, zoóloga de la Universidad de Turín y líder de este proyecto.
Los investigadores lo identificaron como las plantas detectaban señales vibratorias de las abejas y los insectos. Para eso, el experimento central se basó en exponer plantas de boca de dragón a grabaciones del zumbido de “abeja caracol”, más conocidas como Rhodanthidium sticticum. De igual manera, se hizo el mismo proceso con sonidos ambientales y zumbidos de insectos no polinizadores.
El grupo de expertos en zoología, acústica, fisiología vegetal y entomología logró evidenciar que, frente al sonido producido por la abeja caracol, las flores aumentaron el volumen de néctar y el contenido de azúcar.
Además de esto, se analizó una activación significativa en los genes que se encargan del transporte de azúcar y la producción de néctar. En comparación con los sonidos ambientales y de otros insectos, su reacción fue totalmente diferente, lo cual determinaría la suficiencia que tienen las plantas para hacer una segregación entre los diferentes tipos de insectos. “La capacidad de distinguir a los polinizadores que se acercan calculando en sus distintivas señales vibroacústicas podría ser una estrategia adaptativa para las plantas” , señaló Barbero.
La zoóloga también indicó que, aunque las plantas no pueden escuchar, atienden a los estímulos mecánicos como el tacto , la presión o las vibraciones. “La multitud de formas en que las plantas pueden percibir tanto factores bióticos (como insectos beneficiosos o dañinos, y otras plantas cercanas) como condiciones abióticas, tales como temperatura, sequía y viento, es realmente asombrosa”.
Frente a este estudio, el cual fue presentado en la 88ª Reunión conjunta de la Sociedad Acústica de América y el 25º Congreso Internacional de Acústica en Nueva Orleans , los investigadores dejan claro que aún es necesario realizar más análisis para así poder “evaluar cómo las diferentes concentraciones de néctar atraen a diversas especies” , y de ser una afirmación compatible, se podrían utilizar los sonidos como una herramienta que permita optimizar la polinización de cultivos.