La decisión que tomó la justicia de Estados Unidos sobre la sentencia de los hermanos Menéndez y que abre la puerta a la libertad condicional 1y5m5o

La justicia de Estados Unidos alivió los términos de la sentencia de los hermanos Menéndez, en prisión por asesinar a sus padres en 1989, lo que abrió la posibilidad de que Lyle y Erik obtengan libertad condicional por el caso. 5u1z37
La decisión de este martes en Los Ángeles representa para los hermanos una victoria legal luego de que el juez Michael Jesic decidiera alterar la sentencia a una de 50 años a toda la vida, permitiendo introducir un pedido de libertad condicional ante una junta.
Es de mencionar que Lyle y Erik fueron condenados a cadena perpetua sin derecho a libertad condicional por el parricidio que estremeció a Estados Unidos y cuya historia ha sido plasmada en diferentes productos audiovisuales.
Desde la prisión en San Diego, donde están recluidos, los hermanos Menéndez se dirigieron a la corte a través de una videollamada.
"Maté a mi mamá y a mi papá. No tengo excusas", dijo Lyle, de 57 años, de acuerdo con periodistas presentes en el juzgado. "Asumo toda la responsabilidad", agregó.
A su turno, Erik, de 54 años, también dijo estar consciente de sus acciones. "Disparé cinco veces a mis padres, y fui por más munición. Le mentí a la policía, a mi familia. Lo siento mucho", indicó de según los reporteros presentes.
Varios familiares de los Menéndez también imploraron al juez por su liberación y argumentaron que los hombres frente a la justicia hoy en día no eran los mismos que empuñaron las armas contra José y Kitty Menéndez en su lujosa mansión en Beverly Hills en 1989.
"Creemos que 35 años son suficientes", dijo Anamaria Baralt, prima de los Menéndez, quien además agregó que "la familia los ha perdonado de forma universal".
"Ellos merecen una segunda oportunidad", sentenció.
Por su parte, Diane Hernández, sobrina de Kitty Menéndez, los describió como "seres humanos extraordinarios".
"No hay posibilidad alguna de que rompan la ley (si fuesen liberados). Su único deseo es hacer el bien", agregó.
Lyle y Erik, en la época de 21 y 18 años, abrieron fuego a sangre fría contra sus padres mientras estos veían televisión, e intentaron hacerlo pasar por un ataque presuntamente de la mafia, según dijeron inicialmente.
El caso tomó muchos giros y se enfrentaron un juicio muy mediático en el que su defensa afirmó que cometieron el sangriento asesinato como consecuencia de años de abuso psicológico y sexual a manos de un padre violento y una madre negligente.
Sun embargo, la Fiscalía los acusó de planear el crimen para hacerse con una millonaria herencia.
Pese a que un primer jurado no alcanzó un veredicto unánime, el segundo juicio terminó con la condena a cadena perpetua.